martes, 18 de agosto de 2009

Postcard from England

William Waterhouse's exhibition in the Royal Academy of Arts, London.

"I am half-sick of shadows," said The Lady of Shalott, 1916


The Lady of Shalott se sienta a tejer, aislada en las alturas de su torre. Un encantamiento le hace permancer ahí, mirando el mundo sólo a través de un espejo redondo. Como en el Aleph de Borges, la complejidad del mundo se transparenta para ser contemplada en una unidad iluminadora.

No obstante la magia de semejante espectáculo, la realidad de su soledad le abruma. Ella sabe que quisiera tener esa vida que contempla. Pronto Lancelot aparecerá en el marco de su ventana y por la pasión que le empuja a mirarlo, dejará de mirar su espejo, el cual se romperá maldiciéndola. La destrucción de su espejo y luego de su tapiz anuncian su condena de muerte; morirá por intentar mirar su propia vida, por cansarse un instante de las sombras:




The Lady of Shalott (1888).

No hay nada más trágico que una belleza que muere.

Otra de las obras que también atrapa todo el encantamiento de los pre-Rafaelitas por su curiosidad casi preciosista es:

"Psyque opening the golden box", 1903.

Las mujeres de Waterhouse son heroínas, alegorías, personajes mitológicos. Psyque buscaba enamorar a Eros y para esto lo intentaría todo. La mente busca convencer al amor y acude a las divinidades de las que obtiene su caja dorada. Con este tesoro recibe también la prohibición de abrirlo. A continuación un retrato de aquella que desafía a los dioses: la curiosidad y desobediencia de la psyque. Como siempre, la obra en si misma ya es preciosa.


Exhibición hasta el 13 de septiembre.
http://www.royalacademy.org.uk/exhibitions/waterhouse/

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